AÑO 18 VOLUMEN 5149

 

NOTICIAS DE
PUEBLA Y TEHUACÁN
CARICATURAS COLUMNAS REPORTAJES DIRECTORIO

Los Políticos

AGUA PASA POR MI CASA…

Salvador Muñoz

En Jardines de Xalapa, donde vivo, este miércoles amanecimos con un aviso tan normalizado que ya no sorprende: tres días sin agua por trabajos de introducción de tubería. Y mientras uno hace el inventario de cubetas y garrafones, recuerda que este servicio no es gratuito: muchos lo pagan mensual; otros, anual, como yo. Pero agua, lo que se dice agua, no siempre llega. Y si uno se pone matemático, quizá pagamos de 7 a 10 días al mes por un servicio fantasma. Ya mejor ni sacar la cuenta del año… da sed nomás de pensarlo.

Xalapa, que etimológicamente significa “manantial en la arena” o “agua en el arenal”, hace décadas que dejó de honrar su nombre. Hoy dependemos de otras tierras: del río Huitzilapan que nace en la sierra poblana de Quimixtlán; del Pixquiac, que baja de las faldas del Cofre de Perote (que por la tala, ya son minifaldas), y de los manantiales de El Castillo, donde por cierto, las quejas por el uso discrecional del agua para pipas privadas se multiplican. Agua que debería llegar a los hogares termina enganchada a una bomba para ser revendida. ¡A esto le llamamos servicio!

Y si de vender se trata, no hay que olvidar que en CMAS nos la etiquetan como “agua potable”. Nadie, absolutamente nadie en su sano juicio en Xalapa, bebe directo del grifo. Se acabaron esos tiempos en que uno se pegaba a la llave después de jugar en la calle. Hoy, hasta los gatos toman agua embotellada. Las familias xalapeñas consumimos por lo menos 6 garrafones al mes (siendo dos en casa), a más de 50 pesos cada uno. Ya no solo pagamos el agua que no nos llega… también la que sí, pero embotellada por empresas refresqueras, la del yogur, o locales como Xallapan.

Alguna vez conocí a un empresario que vendía agua con nombre de un santo, algo así como Guízar y Valencia. Su gancho era espiritual; el líquido, más terrenal: un manantial que parecía inagotable… hasta que el clima, la urbanización y la mano vengadora de Miguel Ángel Yunes Linares lo ahuyentaron.

Y lo más triste es que aquí, en la ciudad de la eterna lluvia, el agua cae con furia del cielo pero no corre por nuestras tuberías. Hay escuelas y hasta oficinas como la SEV que han optado por captar agua de lluvia para baños y limpieza. Algo es algo. Esto no es solución, es opción.

Pasan gobiernos, cambian colores y eslóganes, y el problema persiste. ¿Dónde están los proyectos? ¿Las inversiones reales en infraestructura hídrica? ¿Las plantas potabilizadoras modernas? En Jardines de Xalapa, como en muchas otras colonias, la respuesta siempre es la misma: Somos víctimas del Tandeo, como muchas otras colonias en la capital veracruzana.

Así que aquí estamos: con agua a chorro en los techos y sequía en las llaves. El agua pasa por mi casa, pero ni gota en el grifo. Y cada gota que cae del cielo no nos quita la sed… solo nos recuerda que este jueves, al menos en Jardines de Xalapa, faltará un día, viernes, para que la dichosa obra de introducción de agua, quede lista y por fin, una clínica y una plaza, tengan asegurado el servicio del vital líquido… ¿o acaso pensó que nuestras autoridades municipales estaban preocupadas por mejorar el servicio de los vecinos de Jardines de Xalapa? Por Dios, si no nos regalan un vaso con agua, menos la mejora del servicio…

 

 

Página Principal

Visítanos en Facebook Envía esta nota a un amigo Visítanos en Twiter Imprimir

Ediciones Anteriores
2 Julio 2025
AHUED Y POZOS
1 Julio 2025
DAVID AGUSTÍN,
CERCA DE LA FGE
27 Junio 2025
DOCTOR PRETEXTO